En solo ocho días, tres niños murieron ahogados en el condado Martin y Palm Beach, por lo que fundaciones como Live Like Jake insisten en la necesidad de tomar clases de natación desde la infancia, especialmente en Florida, donde el agua está presente en casi todos los entornos.
Un bebé de apenas 11 meses flota tranquilo en el agua y si cayera a una piscina, sabría mantenerse a salvo hasta que llegue ayuda. Su madre lo inscribió en clases de natación de autorrescate en la escuela de natación Live Like Jake en Palm Beach Gardens, convencida de que esa habilidad puede salvarle la vida.
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La fundación Live Like Jake, creada tras la muerte del hijo de Kari Morrison, busca evitar tragedias similares.
“El ahogamiento es la principal causa de muerte entre niños de 1 a 4 años”, dice Morrison. “Tomamos precauciones con cascos y asientos de auto, pero no enseñamos a nadar a tiempo”.
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“Nadar debería ser absolutamente lo primero que tienen que aprender y no cualquier tipo de natación debe ser clases de autorescate”, explica Morrison.
Uno de los casos más recientes ocurrió el pasado Día del Padre: un niño de cinco años murió tras caer en una piscina en Stuart. Días antes, otros dos pequeños de dos años también perdieron la vida en incidentes similares.
“El ahogamiento es rápido es silencioso y le sucede al mejor de los padres. Los niños son muy curiosos y toma segundos para que se escapen a tu supervisión y terminen en el agua”, advierte Morrison.
Local
Los expertos recomiendan vestir a los niños con colores brillantes en el agua para que contrasten con los azules de las piscina y empezar clases de natación incluso antes de aprender a caminar.
